Creo que todo el mundo conoce a Murphy. Si te paras a pensarlo, da miedo que sea más conocido que Max Plank, Georg Simon Ohm, Edwin Powell Hubble o Gordon Earl Moore (sí, reconozco que he sacado los nombres de la wikipedia... pero que conste que los apellidos ya me los sabía e incluso sé (los principios básicos, al menos (¿se pueden poner paréntesis dentro de paréntesis?)) de qué hablan esas leyes!) y otros tantos creadores de leyes mucho más útiles en nuestra vida. De hecho, si tuviera que calificar a Murphy lo pondría a la par de Wally.
¿Por qué compararlo con Wally? Muy simple, ambos sólo han nacido para tocarnos los cojones! Uno se tendría que haber comprado hace mucho mucho tiempo un gps... que tampoco son tan caros y dinero seguro que tiene o, por lo menos debería tenerlo después de la porrada de libros que ha publicado; y el otro, lo único que sabe decir es que si algo puede ir mal, irá mal. Coñe, eso ya lo decía mi madre, no hace falta que lo repita el señor Murphy y mucho menos que haga toda una recopilación de las cosas que van a ir mal!
Todo esto viene porque padezco una atracción enfermiza por las rubias (vale, aceptamos pelirroja también :-P). Soy una persona... bueno, no sé si entro en la definición de persona, que, aunque nadie se lo crea, lo primero que mira en una mujer es el pelo. Me gusta el pelo largo, con algún que otro tirabuzón (liso de todo es muy "aburrido" y totalmente rizado es muy "estresante") y por supuesto rubio (o pelirrojo). Que conste que las que no entren dentro de esta definición, pueden estar tranquilas: tenéis un 90% de probabilidades de que me gustéis físicamente! Una vez hecha esta aclaración para dejar tranquilas al 91% de las mujeres, tengo que repetir que Murphy es un hijoputa: me casé! pero eso no es lo peor, no fue con una rubia!! es más, ni siquiera fue con una mujer que se cuidara el pelo; aunque eso sí, tenía un par de razones a su favor... Pero no estoy aquí para hablar de exmujeres (una vez más tranquilizo al público femenino... :-P)
El caso es que estoy comprobando que cada vez que me gusta una mujer, no es rubia... y ya me empieza a tocar los cojones la cosa. Vamos a ver señor Dios (por decir algo), ¿se está usted burlando de mi? ¿por qué leches me dá usted esta atracción por las rubias (o pelirrojas) para luego hacer que me guste una morena? O lo que es peor, alguien que se tiñe de marrón chocolate! ¿tantas atrocidades he cometido en mi vida para que me sigas castigando de esta manera? ¿no te llegó con que me casara? mmm, pensándolo mejor, a estas últimas preguntas mejor que no respondas!!
Si hay algo que me guste más en una mujer que el pelo, es la inteligencia... sí, me gustan las mujeres inteligentes, y eso ya es mucho más difícil de encontrar que a una rubia (o pelirroja). Por no hablar de hacer coincidir a alguien inteligente en un cuerpo con el pelo rubio (o pelirrojo). Es más, de momento sólo conozco a una mujer inteligente... y no es rubia. Y para terminar de rizar el rizo... no me gusta! Vale, que le echaba un par... pero eso ya es cuestión de otro capítulo, que el sueño se empieza a apoderar de mis dedos y lo que es peor: se me ha terminado la cerveza!!
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